En su primer encuentro en un año, los líderes de Japón y China acordaron en el marco de la Cumbre de APEC en San Francisco, EEUU, buscar una solución para resolver sus diferencias sobre la liberación de agua tratada de la planta nuclear de Fukushima Daiichi.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, subrayó la necesidad de un enfoque «calmado y científico» para la descarga del agua tratada y pidió el fin inmediato de las restricciones chinas a la importación de mariscos japoneses.
Ambas partes reconocieron las diferencias en sus posiciones y acordaron buscar soluciones a través de discusiones constructivas y diálogo. Xi Jinping, presidente de China, instó a Japón a manejar la descarga de manera responsable y constructiva, señalando que es un asunto de interés público global.
Aunque no hubo un cambio en la postura de cada lado sobre el tema, el acuerdo para buscar soluciones marca un cambio en el tono de la relación, que ha sufrido muchos contratiempos en los últimos años.
RESPONSABILIDAD Y VISIÓN COMPARTIDA
Kishida remarcó en sus comentarios iniciales que Japón y China, como vecinos y líderes regionales y globales, tienen la responsabilidad de coexistir y prosperar, contribuyendo a la paz y prosperidad mundial.
La reunión, que duró 65 minutos, superó el tiempo programado de 45 minutos y se realizó un día después de que Xi se reuniera con el presidente de EEUU, Joe Biden, para reabrir varios canales de comunicación.
ISLAS SENKAKU Y TAIWÁN
Kishida abordó varios temas polémicos, incluyendo las actividades de China en el Mar de China Oriental y las Islas Senkaku administradas por Japón. También exigió la retirada de boyas instaladas en la zona económica exclusiva de Japón y abordó las actividades militares coordinadas de China con Rusia cerca de Japón.
Además, Kishida también pidió la liberación de ciudadanos japoneses detenidos en China acusados de espionaje, aunque sin obtener respuesta.
Por otro lado, Xi y Kishida intentaron explicar sus respectivas posturas sobre cuestiones candentes para eliminar malentendidos. Sobre Taiwán, Xi expuso la posición base de China, mientras que Kishida reiteró la importancia de la paz y estabilidad en el Estrecho de Taiwán para la comunidad internacional, afirmando que la posición de Japón no ha cambiado, tal como se establece en el Comunicado Conjunto Japón-China de 1972. En ese entonces, Japón consideró a Taiwán parte inalienable de China. (RI/AG/)
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