Esta semana, 25 delincuentes japoneses fueron deportados desde Camboya, donde operaban realizando estafas telefónicas a personas en Japón.
La policía japonesa reveló información que proporcionaron algunos de los estafadores.
Uno de ellos contó que eran explotados por sus jefes.
Solo les daban un día libre al mes y no se les permitía salir del apartamento desde el que “trabajaban”, informa Kyodo.
Otro dijo que su plan era quedarse solo dos o tres meses en Camboya y luego regresar, pero no lo dejaban.
“Sinceramente, me siento aliviado de haber sido arrestado”, aseguró.
El hombre compartía habitación con otro miembro de la banda y se quejó de que la comida que le daban era mala
Los 25 deportados, hombres de 20 a 42 años, ingresaron a Camboya entre marzo y agosto de este año.
El monto total de sus delitos asciende a alrededor de 236 millones de yenes (1,56 millones de dólares).
Fueron arrestados en septiembre por la policía camboyana, que confiscó teléfonos móviles y computadoras en la casa donde operaban.
Una de sus víctimas fue una septuagenaria residente en la prefectura de Hokkaido, a quien llamaron en agosto para decirle que había ganado el derecho a mudarse a una residencia para ancianos, para lo cual tenía que transferir 450.000 yenes (2.900 dólares). (International Press)
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