Shohei Takeuchi, un hombre de 27 años, subió a un shinkansen con destino a Osaka el 15 de julio pasado.
El japonés llevaba consigo dos cuchillos, con hojas de aproximadamente 15,5 centímetros y 12 cm.
Cuando otros pasajeros notaron la presencia de los cuchillos, informaron al personal ferroviario y Takeuchi fue arrestado en la estación de Shin-Yamaguchi por violar la ley de control de armas.
El miércoles se realizó el juicio contra el hombre en el Tribunal de Distrito de Yamaguchi.
El japonés se declaró culpable. “Quería ser ejecutado después de matar gente al azar”, dijo, según Mainichi Shimbun.
La fiscalía sostuvo que el acusado estaba sin dinero y desesperado y quería que lo ejecutaran. Pidió una pena de seis meses de prisión.
La defensa, por su parte, alegó que su cliente no dijo ni hizo nada que indicara que tenía intención de atacar al resto de pasajeros.
En ese momento viajaban alrededor de 250 personas en el shinkansen. No se reportaron daños. (International Press)