Masahiko Takaura, presidente de la agencia de viajes japonesa Kinki Nippon Tourist, renunciará a su cargo el 31 de agosto a raíz de un escándalo de corrupción por el que varios de sus empleados han sido arrestados.
La empresa cobró de más a municipios por trabajos para los cuales fue contratada, detalla Mainichi Shimbun.
Los actos ilegales tuvieron lugar en las sucursales de Shizuoka y Osaka.
Los trabajadores arrestados son acusados de haber aumentado los costos laborales de las operaciones de centros de llamadas relacionadas con las vacunas contra el COVID-19.
De acuerdo con Takaura, hasta el momento se ha descubierto que los pagos en exceso ascienden a 900 millones de yenes (6,2 millones de dólares) y tienen como damnificados a alrededor de 50 municipios.
Debido al escándalo, Akimasa Yoneda, CEO de la empresa matriz de la agencia de viajes, KNT-CT Holdings, devolverá voluntariamente el 20 % de su salario durante tres meses. (International Press)