“Siento que nuestras vidas están volviendo a la normalidad”, dijo Sadae Takahashi, una mujer de 80 años que reside en Tokio, mientras observaba el Festival de fuegos artificiales del río Sumida.
“Este ambiente lleno de vida es algo que no habíamos visto durante un tiempo”, declaró a Kyodo.
El festival se llevó a cabo el sábado tras tres años de suspensión por la pandemia.
20.000 fuegos artificiales iluminaron el cielo sobre el río Sumida, un mágico espectáculo que atrajo a 1,04 millones de personas, según los organizadores.
Iroha Kurihara, una niña de 10 años que viajó con su familia a Tokio desde la prefectura de Yamagata para asistir a uno de los más famosos festivales de la capital japonesa, dijo estar emocionada y calificó los fuegos artificiales como “espectaculares”.
En otros festivales de fuegos artificiales la gente se reúne en gran cantidad en espacios abiertos para disfrutar del show.
En el de Sumida, en cambio, el público observa el espectáculo mientras pasea por las calles y los puentes debido que los rascacielos dificultan la vista y hay pocas áreas espaciosas para congregar a la gente, explica Kyodo.
También se goza desde plataformas de observación situadas a gran altura.
El festival de Sumida se inauguró en 1978 y se realizó cada año hasta 2020. (International Press)
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