Los extranjeros que visitan Japón y permanecen en el país hasta un máximo de seis meses pueden comprar artículos sin pagar el impuesto al consumo del 10 %.
Estos objetos, sin embargo, no se pueden revender en Japón.
Por ello, los empleados de las tiendas deben revisar con rigor la documentación de los clientes y estar en alerta si compran en grandes cantidades (lo que indicaría una posible reventa).
La Oficina Regional de Impuestos de Osaka encontró irregularidades en algunos puntos de venta de los grandes almacenes Hankyu Hanshin, revela la NHK.
Estos locales vendieron artículos por un valor aproximado de 2.000 millones de yenes (14 millones de dólares) durante un periodo de tres años (hasta marzo de 2022) sin verificar la fecha de entrada en los pasaportes ni las compras repetidas en grandes volúmenes.
Por ello, Hankyu Hanshin ha tenido que pagar 200 millones de yenes (1,4 millones de dólares) en impuestos atrasados por las ventas irregulares de productos exonerados del tributo de 10 %.
Entre los compradores se detectó a ciudadanos chinos.
Algunos realizaban de manera repetida compras cerca del límite diario exento de impuestos (500.000 yenes o 3.500 dólares). (International Press)
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