El alcalde de la ciudad de Anjo, en la prefectura de Aichi, Motohito Mitsuboshi, ofreció disculpas públicas el jueves por el trato discriminatorio que recibió una residente brasileña por parte de dos empleados municipales, informa Mainichi Shimbun.
En noviembre pasado, la nikkei de 42 años solicitó ayuda pública debido a las dificultades económicas que enfrenta, pero los funcionarios se negaron a dársela alegando que un homeless no puede recibirla.
Era mentira. El gobierno de Japón establece que un homeless pueden solicitar ayuda pública y que los gobiernos locales no deben hacer diferencias entre japoneses o extranjeros.
Además de negarle la ayuda, los funcionarios atacaron a la mujer con comentarios discriminatorios. Le dijeron que se fuera a su país, que su visa caducaría pronto y que podría ser deportada.
La mujer reclamó y la situación se corrigió. Si bien la brasileña comenzó a recibir ayuda pública, presentó una queja ante el Colegio de Abogados de Aichi.
Al principio la ciudad intentó excusar a los empleados aduciendo que como se comunicaron con la mujer a través de un intérprete no habían conseguido transmitir sus intenciones de forma del todo clara.
Unas grabaciones de audio, sin embargo, desmintieron esa versión.
El alcalde, por su parte, exteriorizó contradicciones. Si bien ofreció disculpas, aseguró que los empleados no habían querido discriminar a la mujer. Descartó sancionarlos, pero luego dijo que eso dependerá de la investigación de un comité de expertos.
La mujer, residente legal, vive hace alrededor de 10 años en Japón. Tiene dos hijos pequeños y su esposo perdió el trabajo durante la pandemia. (International Press)
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