La policía de Tokio arrestó esta semana a Masaki Omori, un okinawense de 35 años, por robar alrededor de 1.500 cartas de Pokémon en una tienda en Akihabara.
Su arresto ha permitido conocer en qué circunstancias se produjo el delito y cómo Omori fue reclutado, pues él fue el autor material del robo, pero no el intelectual.
La historia comienza cuando Omori consigue un “yami baito” (trabajo ilegal a tiempo parcial) a través de las redes sociales, relata el portal SoraNews24.
Su “jefe” le ordena viajar a Akihabara, ir a la tienda aludida y robar solo cartas de Pokémon. Por su trabajo se le pagaría más de un millón de yenes (7.100 dólares).
Omori voló a la prefectura de Ibaraki el 11 de abril y alquiló un automóvil para viajar a Akihabara.
Al día siguiente, aproximadamente a las 5:00 a. m., cuando la tienda estaba cerrada y vacía, rompió una ventana, entró al local y se apropió de unas 1.500 tarjetas por un valor de 1,15 millones de yenes (8.250 dólares).
Más adelante, el okinawense acudió a un parque en Ibaraki para entregarle el botín a un contacto.
No le pagaron en ese momento, pero le indicaron que recogiera su dinero en otro sitio y fecha. Cuando fue, no apareció nadie.
Sin dinero y atrapado por la policía, Omori dijo que necesitaba plata para sus gastos de manutención después de sufrir grandes pérdidas en juegos.
El autor intelectual del robo no ha sido capturado, y la policía está analizando el smartphone de Omori para llegar a él.
Las cartas de Pokémon son consideradas como una inversión, y el valor de las más raras se ha disparado en los últimos años, explica SoraNews24.
Por ello, las tiendas que las venden tienen sistemas de seguridad como las de las joyerías. (International Press)