El 19 de octubre pasado, un subinspector de la policía de la prefectura de Saitama entró a un supermercado, compró varios artículos y los pagó en una caja de autoservicio.
Sin embargo, ocultó una gelatina de 300 yenes (2,2 dólares) en su bolso y salió de la tienda sin pagarla, revela Mainichi Shimbun.
Un empleado del local lo vio y se acercó a él para impedir que huyera.
El trabajador llamó a la policía y el ladrón fue interrogado por un agente.
El subinspector, un hombre en la cuarentena, ha sido acusado de robo y sancionado con un recorte salarial de 10 % durante tres meses.
El hombre habría renunciado a la policía de Saitama, que no se ha referido públicamente al hecho. (International Press)
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