Las organizaciones religiosas en Japón no podrán recolectar fondos de sus seguidores obtenidos a través de la coerción espiritual o el avivamiento del miedo.
Tampoco podrán pedirles a sus miembros que soliciten dinero prestado para realizar donaciones.
Estas dos medidas forman parte del proyecto de ley que el gobierno de Japón presentó el jueves y que espera que se apruebe durante el actual periodo de sesiones de la Dieta que culmina el 10 de diciembre, informó Kyodo.
Las personas que han entregado donaciones conseguidas por medios ilícitos podrían solicitar la restitución del dinero.
Los miembros de las organizaciones religiosas que se involucren en ilegales solicitudes de donaciones podrían pasar hasta un año en la cárcel o recibir una multa de hasta 1 millón de yenes (7.300 dólares).
El gobierno decidió preparar el proyecto tras escuchar los testimonios de personas que se quedaron en la ruina por las millonarias donaciones que sus parientes o ellas entregaron a la Iglesia de la Unificación.
En el Parlamento existe consenso para ayudar a las víctimas de los grupos religiosos.
Sin embargo, la oposición busca ampliar el alcance de las medidas restrictivas para ayudar a más personas.
Por ejemplo, piden que la ley permita la anulación de donaciones obtenidas mediante “lavado de cerebro” o “control mental”, algo que el gobierno no acepta, pues considera que es difícil definir en términos legales ambas expresiones. (International Press)