Japón eliminará el requisito de la prueba COVID negativa para entrar o regresar al país, mientras se prepara para elevar el límite de personas que podrán entrar por día y cambiar el sistema de conteo total de infectados, anunció hoy el primer ministro Fumio Kishida en conferencia de prensa virtual desde su residencia oficial donde se recupera del coronavirus.
Kishida anunció el fin de la prueba COVID para viajeros a partir del 7 de septiembre, siempre y cuando las personas hayan recibido al menos tres vacunas.
«Para permitir una entrada fluida a Japón a la par de los países del G7, procederemos con una flexibilización gradual, teniendo en cuenta la situación de la infección y las necesidades en el país y el extranjero», explicó el primer ministro japonés.
Kishida también dijo que Japón elevará la cuota de entrada diaria de 20.000, sin dar una cifra específica. Hay un plan para elevar esa cantidad a 50.000.
Japón también revisará el sistema de «conteo total» de personas infectadas con el objetivo de acercar la actividad económica a la normalidad y evitar que la atención médica se vea abrumada.
Los hospitales podrán renunciar al requisito de presentar informes de casos detallados a las autoridades sanitarias locales, excepto cuando involucren a grupos vulnerables como los ancianos y las personas con problemas de salud crónicos. La decisión de aprobar tales exenciones recaerá en los gobiernos locales.
En la actualidad, los médicos deben proporcionar a las autoridades sanitarias locales información como el historial médico del paciente y los registros de vacunación. Luego, esas autoridades se ponen en contacto con cada paciente, deciden si deben ser hospitalizados o recuperarse en casa y realizan un seguimiento de sus condiciones de salud. Tales tareas han supuesto una pesada carga para el sistema de atención de la salud, especialmente durante el aumento repentino de casos.
Al centrarse solo en los grupos más vulnerables, el gobierno espera que los controles pandémicos puedan relajarse sin causar un aumento importante en el número de casos graves o muertes, y aliviar la carga de los hospitales.
“La prioridad será proteger a las personas más vulnerables, como los ancianos, ya que el número de casos de COVID sigue siendo elevado”, dijo Kishida.
Además , el gobierno está considerando reducir el período de cuarentena de los 10 días actuales. (AG/RI/)