“Parecía una persona seria”, dijo un hombre que trabajó con Tetsuya Yamagami, el asesino de Shinzo Abe, en una fábrica en la prefectura de Kioto.
El testigo reveló que Yamagami hablaba de temas de trabajo, pero no de su vida privada. “Parecía apacible”, añadió, en declaraciones que recoge Kyodo.
Conmocionado por el atentado, el excompañero de trabajo de Yamagami dijo que si bien este tuvo problemas en la fábrica, jamás actuó con violencia.
No parecía el tipo de persona que haría algo de la magnitud del asesinato de Abe, afirmó.
Yamagami ingresó a la fábrica de Kioto en octubre de 2020 para trabajar en el departamento de transporte, donde conducía un montacarga.
Durante los primeros seis meses no hubo problemas con él en la fábrica, pero luego comenzó a generar discusiones por sus métodos de trabajo que no se ceñían a los estándares del lugar.
Para empeorar las cosas, comenzó a faltar sin pedir permiso, alegando problemas de salud, y fue despedido el 15 de mayo de este año.
Yamagami trabajó en la fábrica de Kioto a través de una agencia intermediaria. Un empleado de esta, que entrevistó al asesino, lo describió como una persona que hablaba poco y “totalmente normal”.
Sorprendido como todos, el testigo se preguntó: “¿Por qué haría algo así?”. (International Press)
