El Parque de la Paz de Nagasaki alberga un tanatorio donde descansan los restos de 8.964 personas que murieron como consecuencia de la bomba atómica en 1945 y que no pudieron ser identificadas o que no fueron reclamadas por sus familias.
En este lugar, considerado sagrado, un hombre de 52 años realizó una parrilla, motivo por el cual la policía lo arrestó.
El acto es considerado como “sacrílego”, según Asahi Shimbun.
El fuego que utilizó el hombre para preparar la carne quemó las ofrendas (flores, entre ellas) que las personas dejan en el altar en honor a las víctimas.
Un funcionario de la ciudad de Nagasaki, atónito, dijo que nunca se había producido un acto como el perpetrado por el hombre, quien “violó el honor de las víctimas del bombardeo atómico”.
Además, advirtió, podría haber provocado un grave incendio.
El 28 de abril por la mañana, un empleado del municipio halló huellas de que se había cocinado carne en una tabla de acero inoxidable debajo del altar, así como restos de comida y latas vacías de bebidas alcohólicas.
El trabajador llamó a la policía, que identificó al hombre gracias a las cámaras de seguridad del parque y lo localizó.
El tanatorio está abierto las 24 horas y pone a disposición de los visitantes un encendedor para que puedan ofrecer incienso por las almas de las víctimas. (International Press)
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