Narumi Kurosaki, una estudiante japonesa de 21 años, desapareció el 4 de diciembre de 2016 en la ciudad francesa de Besancon.
La última persona que la vio con vida, el chileno Nicolás Zepeda, está siendo juzgado en Francia por asesinato, informa AFP.
Zepada, exnovio de la japonesa, niega haberla asesinado.
La fiscalía sostiene que el hombre, con quien la japonesa había roto un año antes, no pudo superar la ruptura y viajó a Besancon, donde mató a Kurosaki en la residencia estudiantil en la que ella vivía, y se deshizo del cadáver en un bosque.
Sin embargo, no se ha podido encontrar el cuerpo de la mujer.
Zepeda admite que pasó la noche con Kurosaki el día de su desaparición, pero dice que cuando se despidió de ella estaba viva. Además, asegura que se encontró con su exnovia por azar mientras viajaba por Francia.
La noche en que fue vista última vez, otros estudiantes dijeron haber escuchado gritos y ruidos de golpes provenientes de la habitación de la japonesa. Ninguno llamó a la policía.
La desaparición de la japonesa fue reportada recién el 13 de diciembre, nueve días después. Para entonces Zepeda ya estaba en Chile.
En el dormitorio no se detectaron sangre ni huellas de pelea. Todas las pertenencias de la mujer estaban en la habitación, salvo por una maleta y una manta.
Los días posteriores a la desaparición de la mujer, sus amigos recibieron extraños mensajes que la policía cree que envió Zepeda.
El chileno se entregó a la policía en su país y fue extraditado a Francia en 2020.
La abogada de la familia Kurosaki dijo que los padres descartan que Narumi haya desaparecido voluntariamente o que se haya suicidado. “No tienen dudas de que el señor Zepeda la mató”, declaró.
En la otra orilla, la abogada del chileno de 31 años manifestó que su cliente está “casi aliviado de finalmente poder explicarse, de ser escuchado”.
Por su parte, el padre de Nicolás Zepeda tachó la acusación de tendenciosa y de carecer de base científica, y añadió que está basada en sospechas y conjeturas.
La fiscalía, no obstante, sostiene que existe una gran cantidad de datos que sustentan su acusación, como registros telefónicos y de su tarjeta de débito, y la ubicación de su vehículo.
Asimismo, existe evidencia de que compró fósforos y un recipiente de líquido inflamable.
El veredicto está previsto para el 12 de abril, revela la NHK.
La japonesa y el chileno se conocieron en 2014 en la Universidad de Tsukuba. (International Press)
