El sábado, el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, dijo que su gobierno está considerando flexibilizar las restricciones de ingreso al país para permitir la entrada de extranjeros no residentes, como estudiantes, trabajadores y viajeros de negocios.
Un día después, el subsecretario en jefe del gabinete japonés, Seiji Kihara, declaró a un medio que Japón podría aumentar el número de personas que pueden entrar al país a 5 000 por día.
«Es bastante posible», dijo.
En la actualidad, Japón permite la entrada a alrededor de 3 500 viajeros diarios, según Jiji Press.
Kihara, sin embargo, fue cauto y no quiso ir más allá con respecto a la posibilidad de relajar más aún los controles fronterizos.
La prohibición de ingresar a territorio japonés, establecida por el gobierno para que la variante ómicron no se propague en el país, es criticada en el exterior e, incluso, en el sector empresarial japonés.
Se estima que alrededor de 147 mil extranjeros están esperando que Japón autorice su ingreso para poder estudiar de manera presencial en el país. (International Press)