Los estrictos controles fronterizos que impone Japón a las personas que arriban a su territorio (incluyendo a los ciudadanos japoneses) no rigen para el personal militar estadounidense, debido a un acuerdo de seguridad entre ambos países.
Por ello, el personal militar estadounidense no estaba obligado a someterse a una prueba de descarte de coronavirus en Estados Unidos antes de viajar a Japón.
Sin embargo, tras el descubrimiento de un foco de infección en la base de Hansen, en la prefectura de Okinawa, y la presión del gobierno de Japón, la situación se ha revertido. Ahora todos deben hacerse la prueba antes de viajar de EEUU a Japón.
Hasta el momento se ha detectado a 258 personas infectadas con el virus en Hansen, según el secretario jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno, informó Kyodo.
Matsuno no atenuará la presión para que las fuerzas militares de EEUU en Japón tomen medidas rigurosas para impedir la propagación del virus.
Además de la obligatoriedad de los tests, EEUU ha endurecido las reglas sobre el uso de mascarillas dentro y fuera de sus bases militares. (International Press)