El viernes 19 de noviembre era un día más de trabajo en la rutina de Tatsunori Koga, un conductor de autobús de la compañía Meitetsu Bus en la ciudad de Nagoya.
Era poco más de las 4 de la tarde cuando el hombre de 25 años hizo una parada en el barrio de Moriyama para que descendieran pasajeros. De pronto, una adolescente, en vez de bajar, se le acercó para decirle que la habían manoseado y comenzó a llorar.
Mientras la chica lloraba, otro pasajero, un hombre mayor, sexagenario, pasó al lado de ella y descendió del bus aparentando indiferencia.
La adolescente señaló al hombre: “Fue él”, le dijo a Koga, revela el portal SoraNews24.
Otro conductor, probablemente, habría decidido no intervenir, alegando que tenía que seguir trabajando y un horario por cumplir.
Koga, sin embargo, bajó del autobús para perseguir al chikan (hombre que toca indebidamente a mujeres). El chofer no tardó en alcanzarlo y cuando le dijo que la chica lo había acusado de manosearla, el sexagenario aseguró que se había chocado “accidentalmente” con ella. (El hombre de 65 años estuvo sentado al lado de la chica en el vehículo).
El conductor no le creyó y lo retuvo. Mientras tanto, pasó un coche de la policía y Koga hizo señas para que se detuviera. Interrogado por la policía, el pasajero finalmente admitió su delito. “Quería ver cómo ella reaccionaba”, dijo.
El gran acto de Koga fue reconocido esta semana por la policía, que le entregó una carta de felicitación. Durante el evento, el hombre calificó como “imperdonable” la conducta del chikan, dijo sentirlo por la víctima y expresó su determinación a seguir trabajando para que los autobuses sean lugares seguros para sus usuarios. (International Press)
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