La economía japonesa se contrajo un 0,8% en el período julio-septiembre respecto al trimestre anterior, lo que equivale a una disminución anualizada de 3,0%, dijo hoy la Oficina del Gabinete.
La economía resultó afectada por la disminución de las exportaciones y por un lento gasto de los consumidores por efecto de la pandemia. El resultado es mayor al pronóstico de una disminución del 0,56 hecha por el Centro de Investigación Económica de Japón tras una encuesta entre 37 economistas locales.
El consumo privado cayó un 1,1% respecto al trimestre anterior. Los servicios de comida cayeron un 0,1%, los bienes semi duraderos como la ropa disminuyeron en 5% y otros bienes duraderos como los electrodomésticos bajaron en un 13,1%. La inversión privada se redujo un 3,8%.
El Nikkei destacó que el trimestre julio-septiembre coincidió con el estado de emergencia en Tokio, Osaka y en otras áreas. Aunque los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio coincidieron con ese período, los horarios de los restaurantes eran más cortos, hubo cierre de grandes instalaciones comerciales y se frenaron los viajes nacionales.
En ese trimestre, Japón registró su “quinta ola” de COVID con casos diarios que llegaron a 26.000 infectados.
En el frente internacional, las exportaciones cayeron 2,1% por influencia del sector automotriz que redujo su producción por escasez de chips.
La recuperación económica en Japón va a la zaga entre los países desarrollados. EEEUU informó un crecimiento anualizado del 2% en el trimestre julio-septiembre. China subió un 0,8%.
Pese a todo, el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, dijo hoy que es probable que en la primera mitad de 2022 la economía japonesa regrese a los niveles anteriores a la pandemia. Actúa a favor de una futura mejora, la disminución de los contagios, el levantamiento de la mayoría de las restricciones sanitarias y el avance de la vacunación, que ya llegó al 75%. (RI/NI/)
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