El año pasado, el alcalde de la ciudad de Ikeda, en la prefectura de Osaka, hizo noticia cuando se descubrió que había instalado un sauna privado al lado de su oficina en el municipio.
Además, había ordenado colocar equipos de gimnasio.
Hiroki Tomita, de 44 años, aseguró que el sauna y los equipos eran necesarios por “razones de salud”.
Abrumado por las críticas, Tomita anunció el lunes que renunciará a su cargo para “asumir la responsabilidad”, informó Kyodo.
El alcalde no ha especificado cuándo se apartará de su puesto, limitándose a decir que lo hará cuando el programa de vacunación contra el coronavirus en la ciudad avance en gran medida.
La asamblea local tenía previsto presentar una moción de censura contra Tomita el martes si el hombre no anunciaba su dimisión.
En el puesto desde 2019, Tomita también es acusado de maltratar a subordinados. (International Press)
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