En 1920, la ciudad belga de Amberes albergó los Juegos Olímpicos después de que la humanidad sufrió dos grandes desastres: la Primera Guerra Mundial y la llamada gripe española.
Poco más de un siglo después, Tokio será sede de los Juegos Olímpicos mientras el mundo lamenta la muerte de más de tres millones de personas por la pandemia de coronavirus.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, estableció un paralelo entre ambas situaciones.
Los Juegos de Tokio, según Koike, ofrecerán esperanza a la humanidad en su batalla contra la pandemia, así como los de Amberes de 1920 unieron a la gente después de la Primera Guerra Mundial y la gripe española, que mataron a millones de personas, informó Reuters.
Tras hacer hincapié en que la humanidad está sufriendo grandes pérdidas en vidas humanas, “con algunas personas perdiendo por completo la esperanza», los Juegos Olímpicos de Amberes, el primer evento deportivo mundial que se llevó a cabo tras las dos catástrofes mencionadas, “devolvieron la esperanza a muchas personas”.
“Esperamos que los Juegos Olímpicos de Tokio envíen el mismo mensaje y demuestren ser un momento de cambio, restituyendo la esperanza a las personas», añadió.
Por otro lado, la gobernadora declaró que no existen las condiciones para que solo los deportistas vacunados participen, pues las realidades de los países difieren.
Tomando en consideración la experiencia positiva de muchos torneos internacionales que se han celebrado recientemente, Koike cree que “podemos celebrar los Juegos Olímpicos en un ambiente seguro». Su inauguración está programada para el 23 de julio. (International Press)
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