Misaki, una niña de siete años, desapareció en septiembre de 2019 en una zona montañosa en la prefectura de Yamanashi, donde más de 20 personas, entre parientes y amigos, estaban acampando.
La pequeña fue vista por última vez mientras seguía a un grupo de amigos.
La policía comenzó la búsqueda de Misaki. Dos semanas después, la suspendió.
Casi dos años después, su madre, Tomoko Ogura, una mujer de 38 años, continúa buscando a la niña.
Al trauma sufrido por la suerte de su hija, se suma la angustia que le causan cobardes que escudados en el anonimato la acusan, en las redes sociales, de su desaparición.
Para poner fin a los ataques en línea, la mujer presentó una demanda en el Tribunal de Distrito de Tokio para que se conozca la identidad de los agresores, informa Asahi Shimbun.
Tomoko está también preocupada por su hija mayor, una niña de 11 años que puede acceder a internet y encontrar los ataques a su madre.
Cuando desapareció Misaki, la mujer salió a las calles, tres o cuatro veces por semana, para repartir volantes en busca de pistas sobre Misaki. Además, recurrió a las redes sociales, donde leyó un número creciente de mensajes que la responsabilizaban de la desaparición de su hija. Se llegó al extremo de decir que ella había asesinado a la niña.
Ni las lágrimas frenaron a sus atacantes. Después de aparecer llorando en una entrevista en un medio, algunas la acusaron de fingir.
Los ataques trascienden las fronteras del mundo digital. Una vez, dos personas que arremetieron contra Tomoko en las redes abordaron en la calle a su hija de 11 años, que estaba jugando cerca de su casa. Los agresores grabaron el encuentro con la niña y lo publicaron en internet.
Por otro lado, dos hombres fueron arrestados por difamarla en las redes. Uno de ellos escribió que Tomoko había asesinado a su hija y que mataría a la madre. (International Press)
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