Kagome, el principal productor de salsa de tomate de Japón ha dejado de importar tomates de la región de Xinjiang en China, como parte de la reacción internacional contra los abusos denunciados contra los musulmanes uigures que serían utilizados en trabajos forzados.
El diario Nikkei reveló que Kagome detuvo la importación de pasta de tomate cultivado en Xinjiang y que se utiliza en algunos de sus productos. Los tomates que ya han sido importados se distribuirán hasta finales de este año.
Un representante de la empresa dijo que junto con los costos y la calidad “los problemas de derechos humanos se han convertido en un factor en la toma decisiones” de las empresas.
Kagome sería la primera gran corporación japonesa en cortar sus negocios con la región de Xianjiang por el problema de los uigures. Otras populares marcas occidentales como H&M y Nike dejaron de comprar materiales fabricados en esa región lo que también provocó un boicot de los consumidores chinos.
La adquisición de tomates de Xinjiang, que se envían a Japón en forma de pasta, ha ido disminuyendo en los últimos años y hoy representan menos del 1% de los tomates utilizados por el grupo. No habrá inconveniente en importar ese volumen desde otro país.
Kagome siempre ha hecho público que compraba producción en esa región china y era sabido que realizaba visitas periódicas a las fábricas y campos y ha “confirmado que los tomates utilizados en el pasado no se produjeron en un entorno que violaba los derechos humanos”. (RI/International Press)
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