El lunes, hasta cinco dosis de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus se desecharon en Japón después de que personas cuya vacunación estaba prevista cancelaron a última hora.
El ministro a cargo de la vacunación, Taro Kono, advirtió a los municipios que no permitan que las dosis se desperdicien, informó Kyodo.
El lunes Japón comenzó a vacunar a las personas de 65 años o más.
Kono abogó por la flexibilidad. Si una persona cancela su cita para recibir la vacuna, esta puede aplicarse a alguien de 64 años o menos o que resida fuera de la jurisdicción del gobierno local.
Si bien a estas personas, en principio, no les corresponde la vacuna, pueden recibirla. La idea es no desperdiciar un bien tan escaso como la vacuna. Kono subrayó: «No hay problema (si se vacuna a otros)”.
El lunes, 1.139 ancianos recibieron la primera dosis de la vacuna. El proceso en Japón se inició a mediados de febrero con trabajadores del sector médico. (International Press)
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