En febrero de 2019, a la estrella de la natación japonesa y gran esperanza de medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Tokio, Rikako Ikee, le diagnosticaron leucemia.
El brillante futuro de la joven deportista parecía truncado. Sin embargo, Rikako ha logrado no solo sobrevivir a la enfermedad, sino también clasificar a los Juegos de Tokio, un objetivo que hasta hace poco era una quimera.
El domingo, la nadadora de 20 años compitió en un campeonato nacional por primera vez desde que le diagnosticaron leucemia y se alzó con el primer lugar en 100 metros mariposa, con lo cual obtuvo una plaza en el relevo 4×100 de los Juegos.
Rikako lloró tras ver su tiempo, 57,77 segundos, que le permitirá participar en los Juegos de este año, superando las expectativas (antes su meta era llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024), informó Kyodo.
«Nunca pensé que sería capaz de ganar los 100», admitió la deportista, para quien el triunfo asomaba, sí, pero en un futuro aún lejano.
«Pero me entrené para ganar y me decía a mí misma ‘estoy de regreso’ cuando entré en esta carrera», añadió.
Rikako dijo que se sentía feliz y que se esforzará por mejorar su tiempo para alcanzar un desempeño superior en los Juegos.
Su “nivel” de alegría estaba en «70 a 80 por ciento» tras ganar, manifestó. ¿Y cuándo el 100 por ciento? Con una medalla olímpica.
La estrella japonesa nunca bajó los brazos. «Incluso en los tiempos realmente duros, sentí que el esfuerzo sería recompensado. Me sentí muy feliz cuando vi los resultados. Fue más allá de las palabras». (International Press)
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