Entre marzo y mayo de 2020, en plena expansión del coronavirus en Japón, un centro de orientación sexual en Tokio recibió 1,8 veces más consultas sobre embarazo adolescente que en el mismo periodo de 2019.
El centro (https://nsost.jp/), manejado por la organización sin fines de lucro Piccolare, atiende consultas con expertos respondiendo llamadas telefónicas y correos electrónicos, explica Mainichi Shimbun.
Además del aumento de consultas sobre embarazo, la organización ha detectado un descenso en el porcentaje de adolescentes con vida sexual que saben usar de manera correcta los métodos anticonceptivos (como la colocación de un condón antes de sostener relaciones) de 51 % el año pasado a 32 % en 2020.
El 68 % no ha consultado con nadie sobre su situación en materia sexual, 14 puntos porcentuales más que en 2019.
Todas estas preocupantes cifras se atribuyen a la suspensión de clases en las escuelas por la propagación del coronavirus.
En tercer año de secundaria, las clases de educación sexual se imparten por lo general en marzo, hacia fines del año académico. Sin escuela, los adolescentes no han recibido orientación y, además, se ha hecho más difícil que puedan compartir sus problemas o dudas con amigos u otras personas.
Asimismo, Kiyomi Matsushita, directora de Piccolare, cree que los jóvenes, al disponer de menos ingresos provenientes del arubaito debido al coronavirus, no han podido comprar anticonceptivos.
Para mitigar la desinformación, la organización ha elaborado videos en línea para orientar a los adolescentes.
En el mismo camino, un grupo de médicos japoneses creó en junio pasado un canal en YouTube para educar a los jóvenes en temas sexuales. La ginecóloga Sachiko Takahashi, una de las impulsoras de la iniciativa, advierte en una entrevista concedida a Mainichi de que «hay mucha información incorrecta en internet”, difundida por gente no profesional. (International Press)
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