En Japón no veremos a policías en las calles deteniendo a ciudadanos que no acaten la orden de permanecer en casa para mitigar la propagación del coronavirus. La ley no lo permite, aunque siete prefecturas, entre ellas Tokio, estén en emergencia.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, exhortó a los residentes a respetar las restricciones de confinamiento (salvo para actividades básicas como comprar alimentos o medicinas) a pesar de que no habrá medidas de represión por parte de la policía para quienes incumplan la orden.
En declaraciones recogidas por la NHK, Abe dijo que si bien la ley no obliga a los ciudadanos a permanecer en casa, espera que la gente acate voluntariamente las restricciones.
Por otro lado, el primer ministro dijo que había evaluado con rigor el momento adecuado para declarar el estado de emergencia ante las críticas de que tardó demasiado en hacerlo.
El gobernante admitió que su petición de cancelar de manera voluntaria eventos con público y cerrar escuelas no había logrado contener la expansión del virus.
Abe subrayó la importancia de aminorar el ritmo de propagación del virus y su compromiso de ralentizarlo. (International Press)
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