El lunes 17 de febrero, cientos de estadounidenses, pasajeros del crucero Diamond Princess anclado en Yokohama, retornaron a su país en dos vuelos fletados por el gobierno de Estados Unidos.
Entre ellos había 14 personas infectadas con el nuevo coronavirus, algo que no sabía el presidente Donald Trump.
De acuerdo con fuentes de Washington Post, Trump está furioso con los funcionarios de su gobierno que permitieron el retorno a EEUU de las personas infectadas sin consultarle.
El plan original consistía en que solo los pasajeros que dieron negativo o no presentaban síntomas podían subir a los aviones, mientras que los estadounidenses infectados permanecerían en Japón para recibir tratamiento médico.
El plan se torció debido a que se detectaron las infecciones cuando los pasajeros ya estaban fuera del barco y en camino a los aviones.
Las 14 personas que dieron positivo viajaron aisladas en un ambiente separado del resto y están recibiendo atención en su país, mientras que los demás pasajeros están pasando por un periodo de cuarentena de 14 días. (International Press)
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