La semana pasada, una ciudadana filipina de 30 años presentó una demanda contra su exempleador por negarse a devolverle sus documentos personales, entre ellos su pasaporte.
El abogado de la filipina, Shoichi Ibusuki, declaró a Reuters que el gobierno de Japón debería prohibir a las compañías retener los pasaportes de sus trabajadores extranjeros.
Ibusuki, reconocido defensor de los derechos de los inmigrantes en Japón, lamentó que sea común que los empleadores se queden con los pasaportes de sus trabajadores extranjeros.
Tomar el pasaporte de una persona y obligarla a trabajar es “trabajo forzoso”, remarcó. “No debería permitirse bajo la ley japonesa», añadió.
Más allá del caso individual de la filipina, Ibusuki expresó su esperanza de que la demanda se convierta en una oportunidad para “persuadir al gobierno (de Japón) de crear una ley que prohíba la confiscación de pasaportes».
La filipina también asume su situación como una causa que trasciende lo individual.
«No solo me estoy defendiendo a mí, sino también a otros trabajadores extranjeros que están en la misma situación», dijo la mujer.
En mayo de 2019, la mujer entró a trabajar a una oficina de abogados, a la que entregó diversos documentos personales, entre ellos su pasaporte.
La filipina renunció a su empleo en julio y solicitó la devolución de su pasaporte, pero la firma legal se negó para que no “huyera”.
La oficina de abogados ha declinado pronunciarse sobre el caso, según Reuters.
La ley en Japón prohíbe que las empresas confisquen los pasaportes de los aprendices. Sin embargo, no existe protección legal para los extranjeros que tienen otro tipo de visado. (International Press)
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