Las personas en Japón que operen drones de más de 200 gramos bajo la influencia del alcohol podrían pasar hasta un año en prisión o recibir una multa de hasta 300.000 yenes (2.765 dólares), según una nueva ley aprobada en la cámara baja de la Dieta, informó AFP.
Por la realización de piruetas o acrobacias peligrosas con drones, una persona podría recibir una sanción de hasta 500.000 yenes (4.609 dólares).
Para el gobierno de Japón, según un funcionario del Ministerio de Transporte, operar drones en estado de ebriedad es tan grave como conducir coches borracho.
La ley ha sido aprobada en medio del creciente uso de drones y un aumento en el número de accidentes con estos aparatos.
En 2017, durante un festival en la prefectura de Gifu, un dron cayó súbitamente hiriendo a seis personas. La máquina no era manejada por un aficionado, sino por una persona calificada.
Ademas, ha habido problemas en concurridos destinos turísticos, como Kioto, por el vuelo de drones operados por turistas extranjeros.
El uso de drones en zonas densamente pobladas e instalaciones importantes, como la oficina del primer ministro o el Palacio Imperial de Tokio, está prohibido en Japón. (International Press)
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