Japón tiene previsto aceptar hasta 345.150 trabajadores extranjeros de 18 años o más, durante un periodo de cinco años, como parte del nuevo sistema que entrará en vigor en abril de 2019.
Ahora bien, ¿y si la gran mayoría busca trabajar en las grandes ciudades, donde por lo general se paga más, en perjuicio de otras partes del país, como las zonas rurales, que sufren una grave escasez de mano de obra?
El gobierno planea tomar medidas para que los trabajadores extranjeros no se concentren en Tokio, según el secretario jefe del gabinete, Yoshihide Suga, informó Kyodo.
Sin embargo, existen dudas sobre la capacidad de los municipios de áreas rurales para proporcionar servicios adecuados a los trabajadores extranjeros en idioma, asistencia social y vivienda.
En ese aspecto, el gobierno de Japón promoverá la consulta multilingüe para que los trabajadores extranjeros tengan igual acceso a los servicios públicos.
Por otro lado, se establecerán reglas específicas para cada industria. Por ejemplo, dentro de las funciones de los cuidadores extranjeros asignados a hogares de ancianos no se incluirá la atención domiciliaria.
Las empresas interesadas en contratar a trabajadores extranjeros deberán explicar sus objetivos y motivos. Una vez incorporados, tendrán que ofrecerles apoyo en diversos ámbitos, como la enseñanza del idioma, y no podrán establecer diferencias entre japoneses y extranjeros en términos salariales.
Por último, para evitar que los nuevos trabajadores caigan en manos de intermediarios que cobran elevadas comisiones, el gobierno japonés buscará suscribir acuerdos de intercambio de información con los gobiernos de los países de los cuales se espera que provengan la mayoría de los trabajadores. (International Press)
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