El domingo 9, Masako Owada celebró su último cumpleaños como princesa. El próximo año, lo celebrará como emperatriz. El 1 de mayo de 2019, el príncipe Naruhito ocupará el trono de Japón en reemplazo de su padre Akihito.
A través de un comunicado público, Masako, de 55 años, contó que se está recuperando lentamente del trastorno de adaptación, inducido por el estrés, que sufre desde hace 15 años, informó Asahi Shimbun.
Masako confesó que el hecho de no saber hasta qué punto podrá ayudar a la gente de su país a veces la inquieta. «Me esforzaré por hacer todo lo posible para poder contribuir a la felicidad de la gente», dijo.
«Estoy feliz porque ahora, poco a poco, puedo realizar más tareas oficiales que antes. Continuaré trabajando por mi recuperación y me esforzaré por hacer lo mejor posible en el desempeño de todos los deberes oficiales que sean posibles», añadió.
En una muestra de su paulatina recuperación, Masako hizo varias apariciones públicas este año.
En mayo, asistió a la reunión anual de la Sociedad de la Cruz Roja de Japón, mientras que en junio respondió a preguntas de los reporteros en el 25 aniversario de su matrimonio con Naruhito.
En noviembre, durante la última fiesta en los jardines imperiales de Akasaka de los emperadores Akihito y Michiko, Masako recorrió la ruta completa por primera vez en muchos años a pesar de la lluvia.
No obstante, el equipo de médicos que la tratan dijo que la princesa «todavía está en el camino de la recuperación y hay altibajos en su condición».
Es importante que ella no se presione demasiado y continúe con su terapia, indicaron.
El próximo año será de mucho trajín para Masako por los numerosos eventos programados por la abdicación de Akihito y la ascensión de Naruhito.
Masako es hija de un diplomático y pasó muchos años en el extranjero. Se graduó de la Universidad de Harvard y pasó a formar parte del Ministerio de Asuntos Exteriores. Trabajó hasta que se casó con Naruhito en 1993. (International Press)
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