El pasado viernes por la tarde, en el pueblo de Hokota, prefectura de Ibaraki, un hombre de 28 años escucha el timbre de la puerta de su casa y sale a recibir al visitante.
-¿Eres su hijo? -le pregunta una anciana a la que nunca había visto.
La mujer llevaba dos sobres.
-Tu mamá dijo que estaría en casa alrededor de las cinco, así que cuando vuelva, por favor, le das esto -dijo la mujer entregándole dos sobres.
Acto seguido, la mujer se subió a su coche y se alejó.
Cuando la mamá del joven llegó a casa, este le contó lo ocurrido y le describió a la extraña visitante.
La madre le dijo que no tiene ninguna amiga o conocida con sus características, revela el sitio SoraNews24.
Quizá los sobres contenían alguna información sobre la identidad de la anciana, así que los abrieron. Para su sorpresa encontraron en uno de ellos 40.000 yenes (alrededor de 360 dólares) y en el otro la friolera de un millón de yenes (9.000 dólares).
¿Habrá sido la anciana víctima de esa modalidad de estafa en la que una persona mayor recibe la llamada de un delincuente que dice ser un hijo en apuros para pedirle dinero? Difícilmente, pues la víctima no iría a casa del supuesto estafador para darle el dinero.
El caso es un misterio. Más allá de eso, lo destacable es que madre e hijo obraron con rectitud. En vez de quedarse con un dinero que no les pertenece, se lo entregaron a la policía.
La policía considera el dinero como una propiedad perdida y espera encontrar a su dueña para devolvérselo. (International Press)
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