El sábado, la policía de Kanagawa arrestó a la exenfermera Ayumi Kuboki (31) por envenenar a Sozo Nishikawa (88), un paciente del hospital de la ciudad de Yokohama donde ella trabajaba, el 18 de septiembre de 2016.
La mujer, según Asahi Shimbun, admitió haber envenenado a alrededor de 20 pacientes.
Una de sus víctimas fue Nobuo Yamaki (88), un paciente que compartía habitación con Nishikawa y que murió dos días después.
¿Por qué lo hizo? La mujer declaró a la policía que quería asegurarse de que los pacientes murieran cuando ella no estaba en el trabajo para evitar tener que explicar las circunstancias de su muerte a los parientes de los fallecidos.
Las enfermeras del hospital deben avisar a la familia del paciente si este fallece durante su turno.
«Sería problemático si esa responsabilidad recayera sobre mí», dijo la asesina.
La sustancia que Kuboki suministró a las víctimas es el cloruro de benzalconio, un desinfectante para manos y heridas.
La policía descubrió rastros del desinfectante en los cuerpos de otros dos ancianos que murieron alrededor de la misma época que las dos primeras víctimas.
Las sospechas recayeron sobre las enfermeras. Un análisis de sus uniformes detectó la sustancia únicamente en el de la asesina.
Kuboki se licenció como enfermera en 2008 y comenzó a trabajar en el hospital de Yokohama en 2015. (International Press)
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