El sueño se acabó. Estuvo al alcance de la mano y habrá que esperar cuatro años para que vuelva. Fue una madrugada repleta de emociones.
Como bien dijo Yuki Kakishita, una persona que vio el partido en un bar en Shinagawa, Tokio, “el partido fue una montaña rusa. Los jugadores nos permitieron soñar con el triunfo en un momento dado”.
En el bar hubo gente que se amaneció para ver a su selección y que fue testigo de cómo estuvo a punto de hacer historia. Los hinchas estallaron de júbilo con los dos goles de Japón, revela AFP. Pero cuando Bélgica remontó el partido en el último minuto, un silencio sepulcral se instaló en el lugar.
«Estoy tan frustrado», dijo con amargura Ryota Iwakiri. Los hinchas a su alrededor intentaban contener las lágrimas.
«Estábamos tan emocionados cuando Japón se puso en ventaja. Pero Bélgica fue muy difícil», declaró Shimon Otomo, un salaryman.
Los hinchas, sin embargo, encontraron consuelo en el hecho de que los Samuráis Azules llegaron más lejos de lo esperado. No hay que olvidar que el técnico Akira Nishino tomó las riendas hace poco más de dos meses y que muchos creían que la selección sería eliminada en la fase de grupos.
«Perdimos, pero dejaron todo en la cancha», dijo Sawa Okada.
«Japón mostró a la gente que es competitivo en el escenario mundial. Japón casi mata al gigante», manifestó Iwakiri.
Ver un partido a las 3 de la madrugada y que termina casi a las 5, cuando poco después hay que ir al trabajo, no es un esfuerzo menor. Pero cuando se juega como se jugó no hay nada que lamentar.
«Valió la pena quedarse despierto hasta tarde para verlo», dijo Otomo, que salió del bar para ir directamente a su trabajo. “Es hora de trabajar duro otra vez». (International Press)
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