Japón solo necesitaba un empate contra Polonia para clasificar a octavos de final sin depender del resultado del partido entre Colombia y Senegal. Sin embargo, el técnico japonés Akira Nishino dijo que la selección perseguiría los tres puntos.
Nishino hizo seis cambios con respecto al partido anterior y puso a dos delanteros, Shinji Okazaki y Yoshinori Muto, para formar un ofensivo 4-4-2.
Japón salió por el triunfo y la apuesta por el ataque se redobló tras el gol polaco a los 59 minutos que lo dejaba fuera del Mundial.
Sin embargo, todo cambió con el gol de Colombia a Senegal. Aún perdiendo 0-1, Japón clasificaba. Enterado del triunfo parcial de los sudamericanos, Nishino ordenó a sus jugadores que trataran de conservar el resultado en vez de buscar el empate.
Su cambio de orientación se hizo patente cuando en el minuto 82 sacó de la cancha a Muto para meter al centrocampista de corte defensivo, Makoto Hasebe.
Tras el partido, en declaraciones que recoge la agencia Kyodo, Nishino admitió que les dijo a sus futbolistas que cuidaran el 0-1 y que fue “muy difícil” tomar la decisión de renunciar al ataque.
El técnico japonés decidió no buscar el empate para no arriesgarse a que Polonia aumentara el marcador, confiando en que el 1-0 de Colombia sobre Senegal se mantuviera.
Nishino dijo que no estaba contento de jugar para cuidar una derrota por la mínima diferencia, pero que más importante era asegurar la clasificación a octavos de final, donde se medirá con Bélgica.
El técnico destacó a sus jugadores por ser leales y seguir sus indicaciones. (International Press)
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