Haruka Kobayashi, el asesino de Tamaki Omomo, la niña que fue estrangulada y atropellada por un tren en la ciudad de Niigata el lunes 7, era un empleado “serio” y “tranquilo”, según el presidente de la compañía en la que trabajaba, informó la agencia Kyodo.
Dijo que cuando se enteró de la noticia reaccionó con incredulidad.
El criminal llevaba seis años trabajando en la empresa de ingeniería eléctrica desde que egresó de koko. El presidente de la compañía reveló que Kobayashi nunca había faltado al trabajo sin previo aviso hasta el 7 de mayo, el día en que asesinó a Tamaki.
Kobayashi faltó al trabajo ese lunes y al día siguiente mandó un email a su empleador para avisar de que se sentía mal. Nunca más volvió a trabajar.
También habló sobre el asesino un hombre que estudió con él en la secundaria. “Era bueno construyendo robots”, dijo. Era una persona “madura”, añadió.
Una mujer que también lo conoció en la secundaria dijo que Kobayashi tenía amigos y que nunca le dio la impresión de que fuera un chico raro.
Kobayashi vivía en el mismo barrio que la víctima, a solo cien metros de distancia, y estudió en la misma escuela que ella. El cuerpo de Tamaki fue encontrado a 70 m de la vivienda del asesino. (International Press)
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