Los deportistas japoneses conquistaron trece medallas, entre ellas cuatro de oro, en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang, superando el objetivo de nueve medallas en total que se había trazado el Comité Olímpico de Japón.
En declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, el jefe de la delegación de Japón, Yasuo Saito, elogió y agradeció a los deportistas por su «trabajo bien hecho».
En los anteriores Juegos Olímpicos de Invierno, realizados en Sochi (Rusia), Japón ganó ocho medallas (una de oro).
Sato expresó su deseo de convertir la buena actuación japonesa en Pyeongchang en “un gran trampolín” hacia los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Las cuatro medallas de oro fueron ganadas por patinadores: Yuzuru Hanyu (patinaje artístico), Nao Kodaira (carrera de 500 metros), Nana Takagi (patinaje de velocidad con salida en masa) y el trío formado por Miho Takagi, Ayano Sato y Nana Takagi (persecución de patinaje de velocidad).
Sato destacó que en Sochi los patinadores obtuvieron solo una medalla, mientras que en Pyeongchang la cosecha subió a ocho.
Más allá de lo estrictamente deportivo, el jefe de la delegación olímpica japonesa resaltó el gesto amistoso entre Kodaira y la surcoreana Lee Sang-hwa, medalla de plata, que estalló en llanto por haber perdido el oro. La japonesa la abrazó para consolarla, gesto que fue correspondido por la surcoreana. El abrazo entre ambas conmovió al público de ambos países.
«Fue un símbolo de la amistad entre los dos países y creo que es un recuerdo que vivirá mucho tiempo en Corea del Sur y Japón», dijo Saito. «Una bella escena», añadió. (International Press)
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