En 2011, una organización que agrupa a los principales fabricantes de papel en Japón decidió convocar un concurso de cartas dirigidas a seres queridos en el Día de San Valentín, una buena oportunidad para expresar sentimientos a la gente que queremos.
En los últimos siete años, se han recibido más de 24.000 cartas, revela Asahi Shimbun. El diario ha publicado extractos de algunas, como estas sugerentes líneas que una chica de 20 años le escribió a un compañero de trabajo:
«Realmente me encanta cuando tú y yo corremos hacia la estación de tren después de terminar nuestro turno. Es un placer saltar al tren juntos, reír y decir: ‘¡Uf, lo logramos!’. Pero para ser honesta, preferiría perder el último tren”.
Una mujer de 56 años le dedicó unas duras (y seguramente merecidas) palabras a su esposo, el hombre con el que, pese a todo, sigue (y seguirá):
«Puedes ser bueno en el trabajo, pero inútil en casa. Te portas de manera arrogante, recordándome siempre que tú aseguras que haya arroz en la mesa. Hemos estado casados durante 22 años, y todavía no recuerdas mi cumpleaños. Pero como probablemente no puedas sobrevivir sin mí, estaré a tu lado».
El calor de hogar se puede expresar de manera sencilla y sutil, sin grandes palabras, como hizo la mujer de 32 años que le escribió a su hermano menor:
«Ven a casa de vez en cuando. Habrá korokke (croquetas de papa)». (International Press)
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