Gustavo Monge / EFE
Igual que en otros países europeos también en la República Checa el populismo xenófobo y euroescéptico está cobrando fuerza, aunque con la particularidad de que su líder más extremo es un hombre de origen asiático: Tomio Okamura.
El líder del partido Libertad y Democracia Directa (SPD) es un conocido empresario, de madre checa y padre japonés.
Okamura hace causa común con populistas europeos, como la francesa Marine Le Pen o el holandés Geert Wilders, que abogan por una salida de sus países de la Unión Europea (UE).
El polémico empresario no solo aboga por lo que en la República Checa llaman el «czechexit», la salida del país de la UE, sino también por un cierre de fronteras para evitar la entrada de inmigrantes, sobre todo musulmanes.
Okamura se dirige a una ciudadanía muy sensibilizada con el tema, lo que algunos analistas atribuyen a su aislamiento del exterior durante el comunismo (1948-1989), una realidad que el líder de SPD vivió en carne propia durante diez años.
El empresario nació en Tokio en 1972, de padre japonés y madre checa, quien en 1978 se llevó a su hijo a la entonces Checoslovaquia comunista, por no adaptarse a la realidad del país asiático.
El chico pasó gran parte de su infancia en un internado, donde sufrió acosos de otros compañeros, lo que le causó un tartamudeo, una condición que ha logrado mitigar en gran parte.
Tras acabar la enseñanza secundaria en formación profesional química, Okamura se fue a Japón a comienzos de los años 1990, donde trabajó de barrendero y vendedor de palomitas.
Frustrado por su mala situación allí regresó a Europa central, donde empezó a trabajar en el pujante sector turístico, hasta llegar a portavoz de la Asociación de Agencias de Viaje Checas.
Tras triunfar en el sector de viajes, con su agencia Miki Travel, su abanico de actividades se fue abriendo hacia la gastronomía, donde invirtió en una cadena de restaurantes y una empresa de comida y moda japonesa, y también en informática.
Además, empezó a editar libros y revistas, una de ellas sobre la cerveza, en la que curiosamente hablaba sobre la necesidad de abrir el país a los trabajadores extranjeros en el sector turístico, por considerarlos más capacitados que los checos.
El político populista es autor o coautor de varios libros como «Tomio Okamura, el sueño checo», «El arte de gobernar», «El arte de vivir», «El arte de la democracia directa» y «Gran recetario de cocina japonesa», algunos de los cuales han sido grandes éxitos.
Ahí se fue perfilando su visión del mundo, en el que se juntan elementos como el patriotismo, la «idea popular comunista originaria», la democracia directa, la defensa de los intereses checos, y el rechazo a la UE por imponer «sus dictados».
Aupado por sus éxitos empresariales, Okamura logró en 2012 ser elegido para el Senado.
Un año más tarde, entró en la Cámara baja con el partido «Usvit» (Amanecer), fundado y dirigido por él mismo, si bien al poco tiempo sus propios correligionarios se distanciaron de él por discrepancias de programa.
Dos años más tarde fundó el SPD y en los comicios del 2017 logró ser el cuarto partido más votado, con el 10,6 % de los votos y convertirse en la formación «bisagra» para armar una coalición con los también populistas del partido ANO del ahora designado primer ministro, Andrej Babis.
Sin embargo, la exigencia de SPD de permitir un referendo de salida de la UE, su rechazo total al islam y su postura contra la integración de niños gitanos en las escuelas hacen a la formación de Okamura un interlocutor indeseado.
Algo que se ha acentuado últimamente, ya que la oposición checa ha pedido su dimisión como vicepresidente del Parlamento por negar la existencia de un conocido campo de concentración para gitanos en la República Checa durante la II Guerra Mundial.
En el campo de Lety, que según Okamura no era un campo de concentración, fueron internados 1.300 gitanos, de los cuales más de 320 fueron directamente asesinados y otros 500 deportados y matados en el campo de exterminio de Auschwitz.
Be the first to comment