El 8 de abril de 2017, Kiyomi Takeda, un hombre de 52 años, roció a su madre con queroseno y prendió fuego a la casa donde vivía con ella.
El Tribunal de Distrito de Akita, prefectura donde ocurrió el crimen, sentenció a 25 años de prisión al matricida, informó la agencia Kyodo.
La víctima tenía 74 años.
El crimen, calificado como cruel y atroz por el tribunal, fue motivado por el deseo de Takeda de cobrar el dinero de un seguro contra incendios.
En la casa también vivía la esposa de Takeda. La mujer no estaba en la vivienda cuando el hombre inició el incendio. (International Press)
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