El presidente surcoreano, Moon Jae-in, afirmó hoy que el pacto sellado con Japón en 2015 sobre las «esclavas sexuales» tiene «defectos» de forma, y que por tanto no sirve para zanjar este tema que ha sido objeto de roces diplomáticos entre ambos países.
Moon se pronunció así después de que en la víspera un panel de expertos surcoreanos designado por el Ejecutivo para analizar el pacto recomendara la revisión de este documento, que fue cerrado entre Tokio y el anterior ejecutivo de Seúl, y que generó fuertes críticas en Corea del Sur.
«Se ha confirmado que las negociaciones sobre el tema de las ‘esclavas sexuales’ entre Japón y Corea del Sur en 2015 tuvieron significativos defectos de procedimiento y contenido (…). Esto es lamentable, pero no podemos obviarlo», dijo Moon en una declaración distribuida por la oficina presidencial.
El presidente señaló que el pacto «es un acuerdo político que excluye a las víctimas y a los ciudadanos», y quiso dejar claro que el tema de las «esclavas sexuales» «no puede resolverse» a través de ese documento.
El presidente no aclaró si su Ejecutivo dará por inválido el documento firmado en diciembre 2015 o pedirá a Tokio renegociarlo, dos opciones que el país vecino se ha mostrado poco dispuesto a aceptar.
En el pacto, ambos países se comprometían a zanjar de forma «final e irreversible» el tema de las «esclavas sexuales», con la condición de que Tokio pidiera disculpas por los abusos cometidos sobre la población durante su colonización de Corea y abonara 1.000 millones de yenes (7,4 millones de euros) a una fundación de apoyo a las víctimas.
Sin embargo, asociaciones de antiguas «esclavas sexuales» y otras voces de la sociedad surcoreana consideraron que las disculpas de Japón no fueron suficientes y que el Gobierno no tuvo en cuenta a las víctimas de los abusos para cerrar el pacto, por lo que reclamaron una revisión del mismo.
Tokio, por su parte, tachó de «totalmente inaceptable» la renegociación del pacto, y pidió a Seúl que se atenga a lo acordado con el fin de resolver definitivamente este espinoso asunto, según dijo en la víspera el ministro nipón de Exteriores, Taro Kono, en un comunicado.
El conflicto de las esclavas sexuales, llamadas eufemísticamente «mujeres de confort», ha causado en las últimas décadas frecuentes roces entre Tokio y Seúl y se ha convertido en el principal escollo en sus relaciones bilaterales.
Se calcula que unas 200.000 niñas y adolescentes -la mayoría coreanas- fueron víctimas de abusos sexuales por las tropas japonesas, principalmente en China y la península coreana, desde los años 30 del siglo pasado y sobre todo al final de la II Guerra Mundial concluida en 1945. (EFE)
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