En enero de 2008, dos soldados estadounidenses de 19 y 20 años asignados a la base de Futenma en Okinawa tomaron un taxi, agredieron al chofer con una botella y huyeron sin pagar.
La víctima, Munekazu Ura, desarrolló un trastorno de estrés postraumático y renunció a su trabajo. En 2012, a los 63 años, murió de cáncer.
Han transcurrido casi diez años desde el incidente y la familia de Ura aún busca justicia.
Los parientes de la víctima han presentado en el Tribunal de Distrito de Naha una demanda exigiendo una compensación de 18,47 millones de yenes (163.000 dólares) por daños y perjuicios, informó la agencia Kyodo.
Entre 2009 y 2014, la familia de Ura solicitó cinco veces a las autoridades de Estados Unidos una compensación de 22,5 millones de yenes (198.000 dólares).
En noviembre de este año, EEUU propuso un acuerdo a través del cual se ofrecía a pagar 1,46 millones de yenes (casi 13.000 dólares) a la familia de Ura. El acuerdo fue rechazado.
Un acuerdo entre Japón y EEUU establece que el gobierno estadounidense debe pagar compensaciones en nombre de personal militar estadounidense si causan un accidente o incidente. (International Press)
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