El gobierno de Japón limitará los permisos de trabajo a los extranjeros que soliciten asilo desde 2018, informó la agencia Kyodo.
La medida obedece al hecho de que muchos presentan solicitudes de asilo no en busca de protección, sino para poder trabajar en Japón.
Actualmente, todos aquellos que solicitan la condición de refugiados pueden trabajar seis meses después de presentar su petición.
El permiso para trabajar entró en vigor en 2010 y no por azar el número de extranjeros que buscan refugio en Japón creció mucho. Si en 2010 fueron 1.202, en 2016 la cifra subió a 10.901 y se prevé que en 2017 ascenderá a 17.000.
Japón solo reconoció a 28 personas como refugiadas el año pasado.
El proceso de reconocimiento de un refugiado toma diez meses en promedio, pero puede tomar años si un solicitante rechazado apela o presenta una nueva solicitud.
Bajo el nuevo sistema, el Ministerio de Justicia realizará una evaluación rápida en un plazo de dos meses de los solicitantes y los dividirá en tres grupos: los extranjeros con una alta posibilidad de ser reconocidos como refugiados, los que -se juzga- solo buscan trabajar y no protección, y los que presentan sus solicitudes varias veces. Los extranjeros de los dos últimos grupos podrían ser deportados. (International Press)
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