Entre mayo y fines de agosto, dos coreanos introdujeron de contrabando 363 kilos de oro a Japón en barcos procedentes de Hong Kong.
Las láminas de oro (363 de un kilo cada una) estaban ocultas en el interior de baterías utilizadas para equipos de energía solar.
La policía de Tokio puso el caso en manos de la fiscalía, que decidió acusar a los dos hombres, uno de los cuales trabaja para una compañía y reside en la capital japonesa, informó Tokyo Reporter.
Justamente a la oficina del hombre era enviado el oro, cuyo valor total se estima en 1.633 millones de yenes (14,38 millones de dólares). Los coreanos evadieron 129 millones de yenes (1,13 millones de dólares) en impuestos.
El oro era vendido a comerciantes locales.
El caso policial se abrió después de que en agosto se descubrieron 33 kilos de oro procedentes de Hong Kong. (International Press)
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