Takahiro Shiraishi, el asesino y descuartizador de nueve personas, se contactó con las ocho mujeres víctimas a través de Twitter. No fueron las únicas. Otras, por fortuna, se salvaron.
Como la adolescente de 15 años que declaró a la NHK que un día en septiembre preguntó en Twitter si había alguien que estaba dispuesto a morir con ella.
Shiraishi le contestó presentándose como una persona “calificada” para ayudarla en su suicidio. Incluso le dio indicaciones sobre cómo colgarse y las cosas que necesitaba (soga, toalla, etc.)
El hombre le enviaba mensajes a cada rato y le preguntó si quería verlo.
Si ella está viva se debe a que nunca accedió a verlo.
La menor le contó a la NHK que cuando le escribió a Shiraishi tenía problemas en la escuela. En ese estado de ánimo, sin pensarlo bien, tuiteó que quería suicidarse.
Un par de semanas después, las cosas en la escuela comenzaron a mejorar y sus deseos de quitarse la vida desaparecieron. Sin ellos, el contacto con Shiraishi se desvaneció.
La joven cree que en aquella época solo necesitaba hablar con alguien sobre sus preocupaciones por el futuro. Para ella era más fácil compartir sus cosas con alguien que no conocía a través de Twitter.
En realidad, nunca quiso morir.
Cuando se enteró de que el hombre con el que se había comunicado era el asesino se quedó estupefacta. La chica agradece estar viva y dice que aprendió que las redes sociales pueden ser peligrosas. (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment