Antonio Hermosín / EFE
Los líderes de Japón, Shinzo Abe, y Estados Unidos, Donald Trump, escenificaron su unidad total frente a Corea del Norte, y subrayaron que contemplan todas las vías de acción para lidiar con Pyongyang tras dar por terminada «la paciencia estratégica».
Abe y Trump se mostraron plenamente de acuerdo en aplicar una «máxima presión» sobre Corea del Norte para forzarle a abandonar sus programas nuclear y de misiles, e hicieron gala de una amistad sin precedentes entre mandatarios de estos países aliados, después de celebrar una cumbre en Tokio.
«La era de la paciencia estratégica se ha acabado», afirmó Trump en una rueda de prensa conjunta para insistir en el cambio de rumbo emprendido por su Administración respecto a las anteriores, lo que incluye contemplar todas las opciones de acción posibles, entre ellas la militar.
«Miren lo que ha pasado con una postura débil durante los últimos 25 años», dijo Trump, quien recalcó que el régimen «continúa con sus tests nucleares ilegales y con sus intolerables lanzamientos de misiles directamente por encima de territorio nipón».
El problema norcoreano fue el asunto central en la agenda de la cumbre celebrada en el palacio tokiota de Akasaka, que tuvo lugar durante la segunda jornada de la visita del líder de la Casa Blanca a Japón y en el marco de su amplia gira asiática.
El primer ministro japonés, por su parte, aseguró que está «al cien por cien» con Washington en su postura de que «todas las opciones están sobre la mesa» y de ejercer la «máxima presión» sobre el régimen de Kim Jong-un.
«Hemos intentando el diálogo con Corea del Norte durante décadas y Pyongyang siempre lo ha roto. No tiene sentido dialogar con ellos», aseguró Abe, quien pidió una vez más China a que ejerza su influencia sobre Corea del Norte para empujarle a poner fin a sus programas armamentísticos.
Ambos mandatarios, que se encontraron en Tokio por quinta vez desde que el magnate neoyorquino ganara las presidenciales estadounidenses el pasado noviembre, presumieron de mantener unas relaciones cuya cercanía y fluidez no tiene parangón entre sus predecesores.
«Nunca ha habido lazos tan estrechos entre líderes de ambos países durante el último medio siglo», dijo Abe, quien se refirió a Trump como su «querido amigo».
El presidente estadounidense se mostró de acuerdo en dicha afirmación y calificó de «extraordinaria» sus relaciones tras pasar «mucho tiempo» junto al líder conservador nipón, con quien jugó al golf el domingo durante un encuentro informal poco después de llegar a Japón.
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