No se le desea la muerte a nadie, pero a veces la muerte de una persona puede ser la libertad de otra.
Una mujer que reside en Osaka se liberó de la pesadilla que era su vida tras el suicidio de su esposo.
Si no fuese por la policía, probablemente habría muerto ella.
Todo empezó a las 5 de la mañana del lunes, revela Japan Today.
A esa hora la policía local recibió una llamada silenciosa. Aunque nadie hablaba al otro lado de la línea, la policía identificó el número telefónico como el de una mujer víctima de violencia doméstica cuyos datos tenía registrados.
Intuyendo que algo malo estaba ocurriendo, dos agentes fueron hacia allá.
Al llegar al barrio donde vive, vieron a su esposo Hiroyuki Katayama (54), con un cuchillo en la mano, persiguiendo a la mujer en la calle.
Los policías pusieron a salvo a la mujer metiéndola en el patrullero. Uno de los agentes apuntó su arma al hombre y le ordenó que arrojara el cuchillo. Katayama se acuchilló en el pecho y el cuello, y murió en el hospital al que fue trasladado.
La mujer, que salió ilesa, vivía con sus padres desde febrero tras dejar a su abusivo esposo. (International Press)
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