La consejera Ángela Ayllón, Encargada de Negocios de la Embajada de Bolivia en Japón, destacó el éxito del Bolivia Festival 2017 que se realizó el domingo pasado en el Parque Sumida, en Tokio, porque “integró a los japoneses” y mostró “la pasión que el boliviano tiene por su tradición y su cultura”.
La actividad se llevó a cabo por segundo año consecutivo en conmemoración del Aniversario de la Independencia de Bolivia, cuya fecha central fue el 6 de agosto.
“Este festival ha sabido representar el ambiente de fiesta de Bolivia, hemos vivido una muestra de lo que es el Carnaval de Oruro y hemos sido testigos de la pasión del boliviano por el baile, por su tradición y su cultura”, manifestó Ayllón a International Press.
El Bolivia Festival 2017 logró atraer a un número importante de japoneses, entre jóvenes universitarios, alumnos de danza y ex cooperantes de JICA, que bailaron de principio a fin y se convirtieron en el alma del evento.
A ellos se sumaron grupos de bolivianos residentes en la región de Kanto y latinoamericanos de varias nacionalidades que quedaron encantados por la música en vivo que sonó con grupos como Tōkyō daigaku minzoku ongaku aikō-kai, Keiougijuku Daigaku Latin America Ongaku Kenkyuukai, Los Aspirantes y Orquesta Estudiantina Japonesa Boliviana.
El público aplaudió las danzas de Corazón Boliviano Kids y de Corazón Boliviano y se sumó con verdadero entusiasmo a la representación de un pasacalle del famoso Carnaval de Oruro.
“Este es el ambiente que queremos transmitir para que el japonés conozca Bolivia, se empape de nuestra cultura y ame nuestro país. Esta es la mejor manera que tenemos los bolivianos de representar nuestro país y de mostrar lo que es Bolivia”, resaltó la consejera Ayllón.
Uno de los momentos más emotivos del festival lo hizo vivir la cantante Roxana Piza, quien llegó desde Bolivia para participar en el evento.
Piza entregó a los organizadores, representados por su presidenta Maraya Kaji, la canción oficial de Bolivia Festival que ella compuso e interpretó por primera vez. La artista boliviana se emocionó tanto que se le quebró la voz en medio de la canción.
El cierre de fiesta estuvo a cargo de la orquesta japonesa La Plena que hizo bailar, a ritmo de salsa y cumbia, a una concurrencia que abandonó el Parque Sumida feliz y agradecida con los organizadores del festival. (International Press)
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