Corea del Sur propuso el lunes a Corea del Norte realizar conversaciones militares el próximo viernes en la Zona de Seguridad Conjunta, en la frontera entre ambos países.
La propuesta busca reducir las tensiones con el régimen norcoreano.
Japón, sin embargo, expresó su desacuerdo con la iniciativa surcoreana. En declaraciones recogidas por AFP, el portavoz de la cancillería nipona, Norio Maruyama, dijo que la prioridad debe ser reforzar la presión sobre la dictadura de Kim Jong-un a través de sanciones.
«No es tiempo para el diálogo. Es tiempo para la presión», manifestó.
«Es tiempo para aumentar la presión con el fin de llevar a cabo un diálogo serio», añadió.
Si el encuentro entre las dos Coreas se materializa, serían las primeras conversaciones oficiales entre Seúl y Pyongyang desde diciembre de 2015.
Por otro lado, Japón sostuvo que Rusia y China deben desarrollar un papel más activo para presionar a Corea del Norte recortando sus lazos económicos.
Maruyama enfatizó que es “importante detener el flujo de divisas a Corea del Norte».
En el primer semestre de este año, el comercio entre China y Corea del Norte aumentó un 10,5 % interanual a 2.500 millones de dólares.
China alega que la resolución de la ONU sobre las sanciones a Pyongyang permite el comercio si los ingresos se utilizan para el sustento de la población civil.
Rusia, por su parte, inauguró en mayo un nuevo servicio de ferry desde Vladivostok hasta el puerto de Rajin en Corea del Norte, lo que ha sido percibido como un impulso de sus relaciones bilaterales. (International Press)
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