Había bebido con el director de la escuela municipal de Osaka en la que enseña y un grupo de colegas. En vez de irse a su casa, fue a la de uno de sus estudiantes. Eran alrededor de las 10 de la noche y estaba ebrio.
El profesor, cuyo nombre no ha sido publicado, se metió en la casa de su alumno, tomó una baqueta con la que el niño estaba tocando un tambor, y lo golpeó alrededor de treinta veces en los hombros y la espalda.
El niño se refugió en el baño, pero el profesor no cejó: comenzó a llamarlo a gritos mientras golpeaba la puerta. (¿Los padres no estaban?).
Las lesiones que sufrió el estudiante de sexto grado tardaron una semana en sanar.
Este profesor ha sido suspendido por solo tres meses por los hechos ocurridos el 12 de mayo pasado, reveló Mainichi Shimbun.
El hombre de 38 años dijo estar arrepentido por lo que hizo. Supuestamente estaba preocupado porque el niño no había ido a clases ese día.
Lo increíble del caso es que pese a que los padres se quejaron ante la escuela, su director permitió que el profesor continuara enseñando.
La suspensión no fue dictada por la escuela, sino por las autoridades educativas de la ciudad de Osaka. (International Press)
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